La Comisión de Protección de Datos de Irlanda anunció una multa millonaria
contra Meta por almacenar contraseñas de Facebook e Instagram de forma
insegura.
La Comisión de Protección de Datos de Irlanda
anunció este viernes
que Meta tendrá que pagar una
multa de 91 millones de euros
por almacenar contraseñas de Facebook e Instagram en texto plano; es decir, sin ningún tipo de cifrado que las protegiera. La decisión se ha
tomado tras una investigación que
se inició en abril de 2019
y que se extendió durante los últimos 5 años.
La publicación especializada
Krebs on Security
asegura que el error afectaba a contraseñas que, en algunos casos, datan de
2012. Pese a ello, Facebook insiste en que la investigación llevada a cabo a
nivel interno no ha revelado ningún caso en el que sus empleados hayan abusado
del acceso a estos datos.
De acuerdo con los reguladores, el castigo económico responde a que Meta violó
múltiples artículos del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión
Europea (GDPR) al no proteger correctamente las contraseñas de varios cientos
de millones de usuarios de Facebook e Instagram.
Si bien 91 millones de euros puede parecer poco para una corporación del
calibre de Meta, se suma a otras varias multas que los de Mark Zuckerberg han
recibido en Europa en los últimos años.
La firma de Menlo Park
recibió un castigo récord de 1.200 millones de euros
en mayo de 2023 por utilizar de forma indebida la información de sus usuarios
para mostrarles anuncios personalizados. Pero previo a ello, entre septiembre
de 2021 y enero de 2023, fue
sancionada
en
múltiples
ocasiones
por infringir el GDPR, acumulando más de 1.000 millones de euros en
penalidades.
El caso del almacenamiento deficiente de las contraseñas de Facebook e
Instagram es un capítulo más en la tensa historia que comparten Meta y los
reguladores europeos. Además de la multa, los californianos se llevan una
reprimenda formal de parte de las autoridades irlandesas.
«Es un hecho ampliamente aceptado que las contraseñas de los usuarios no
deben almacenarse en texto plano, considerando los riesgos de abuso que
surgen del acceso a dichos datos por parte de personas. Hay que tener en
cuenta que las contraseñas que se analizan en este caso son especialmente
sensibles, ya que permitirían el acceso a las cuentas de redes sociales de
los usuarios», dijo Graham Doyle, comisionado adjunto del organismo irlandés.
El grosero fallo de Meta al almacenar las contraseñas de Facebook e Instagram
La investigación de Irlanda sobre Meta se inició semanas después de que
la compañía informara
que había almacenado cientos de millones de contraseñas de Facebook e
Instagram en texto plano.
El fallo se conoció tras una investigación interna que reveló que la
información sensible se guardó en una base de datos sin cifrar a la que
podían acceder unos 22.000 empleados.
Si bien los de Zuckerberg ratificaron que las contraseñas de Facebook e
Instagram nunca estuvieron al alcance de personas ajenas a la firma, sí
aparecieron en unos 9 millones de búsquedas de datos realizadas por
alrededor de 2.000 ingenieros de Meta.
El calibre del caso también fue motivo de mucho debate. En su momento se
estimó que entre 200 y 600 millones de usuarios se vieron afectados por esta
situación. La compañía explicó que muchas de las contraseñas de Facebook e
Instagram guardadas sin cifrado eran antiguas y databan al menos de 2012. Aun
así, tuvo que iniciar una campaña masiva alertando a las cuentas impactadas e
invitándolas a cambiar de clave, incluso aunque ya no fueran las mismas que se
habían expuesto inadvertidamente.
Todo hace pensar que Meta —o cualquier gran tecnológica— ya no cometerá un
error tan grosero en el futuro. Aunque está claro que almacenar contraseñas en
texto plano era un fallo increíblemente burdo incluso en 2019. Un fail que
añade unos varios millones de euros más a la larga lista de multas que Zuck y
compañía han tenido que afrontar en los últimos años.
Fuente:
Hipertextual

