KARMA: The Dark World es el nuevo juego de horror psicológico de Pollard Studio, inspirado en la novela 1984 de George Orwell. Esta aventura en primera persona combina una narrativa intensa con un mundo distópico dominado por vigilancia, manipulación mental y una inteligencia artificial todopoderosa: Mother AI.
En el universo de KARMA, los jugadores se sumergen en una versión oscura de la Unión Soviética, controlada por la temida Leviathan Corporation, una entidad que simboliza la opresión total. El juego refleja claramente la influencia de Orwell, pero lo hace desde una perspectiva moderna y profundamente inquietante.
Aquí compartimos su tráiler de lanzamiento.
Argumento de KARMA: The Dark World
El protagonista es Daniel McGovern, un agente de ROAM encargado de investigar crímenes y reportar sus hallazgos al Thought Bureau. Lo que empieza como un caso común de robo, pronto lo arrastra hacia una conspiración profunda, obligándolo a explorar las mentes de otros —literalmente— y enfrentarse a sus peores miedos.
El juego alterna entre los años 1966 y 1984, mostrando cómo la distorsión de la verdad y el control mental afectan tanto a individuos como a sociedades enteras.
Jugabilidad: más mente que acción
KARMA: The Dark World no apuesta por la acción rápida. Aquí el foco está en el sigilo, la exploración y la resolución de acertijos. Cada escena está diseñada para provocar tensión y miedo. Especialmente cuando Daniel debe esconderse o huir de monstruos grotescos surgidos de la mente humana.
El juego incluye rompecabezas desafiantes y cajas de cifrado, que esconden partes clave del lore. Algunos enigmas pueden tomar horas o incluso días en resolverse, ofreciendo a los jugadores una experiencia profunda y gratificante.
Diseño inmersivo y ambientación estilo Orwell
Todo en KARMA: The Dark World está pensado para sumergirte en su atmósfera opresiva. Desde los carteles propagandísticos estilo Orwell, hasta las actuaciones de voz que transmiten el sufrimiento de una sociedad quebrada. La perspectiva en primera persona intensifica el terror psicológico, haciendo que cada decisión cuente.

Un reflejo oscuro del presente
Aunque ambientado entre los años 60 y 80, KARMA: The Dark World lanza una advertencia muy actual. En un mundo donde la inteligencia artificial avanza sin freno y amenaza con reemplazar nuestras decisiones, ¿qué tan lejos estamos de vivir en una distopía como la del juego?
Este videojuego no solo entretiene, sino que plantea preguntas incómodas sobre el futuro de la humanidad. Y ese, quizás, es su mayor logro.